
Mohamad Al-Bacha, de Dinamarca, y Sean Allen, de Inglaterra, protagonizaron en 2016 la que para muchos es la mejor final de los Mundiales de FIFA de la historia. Una final que terminó coronando al danés campeón del mundo de FIFA 16 tras imponerse al inglés en una final a doble partido. La ida se disputó en la consola PS4, mientras que el partido de vuelta, y definitivo, se jugó en Xbox One.
El jugador inglés escogió a la selección de Brasil para disputar los partidos más importantes de su vida. Por otro lado, Al-Bacha se decidió por la selección francesa para tratar de superar a Allen. Dos selecciones históricas para tratar de marcar su nombre en la historia de los mundiales de FIFA.
Partido de ida con máxima igualdad
El partido de ida se disputó en PS4, un partido en el que Al-Bacha era el local y Allen el jugador visitante, un dato que cobra una vital importancia teniendo en cuenta que existía el gol doble al jugar de visitante.
El encuentro arrancó de la mejor manera para la selección gala. Tras una segunda jugada, Sissoko asistía a Ben Arfa para anotar el primer gol de la final. Al-Bacha fue el primero en golpear, pero justo antes del descanso, en una jugada a la contra, Hulk puso un balón medido a Neymar que no perdonó para poner las tablas en el marcador. La selección brasileña buscó adelantarse antes del descanso pero una buena defensa de los locales permitió mantener el 1-1 al descanso.
Sean Allen continuó apretando en la segunda mitad, pero no fue capaz de superar la defensa férrea de la selección francesa. No fue hasta el minuto 82 cuando se volvió a mover el marcador. Gracias a una recuperación de Francia en la salida de Brasil, Matuidi logró anotar el tanto que volvía a adelantar a los galos. Cuando parecía que el primer partido se lo llevaría el danés, el inglés volvió a empatar el encuentro inmediatamente con un gol de Hulk. Un partido que finalizó con este 2-2 y para dejar abierto el partido de vuelta.
Partido de vuelta: Una remontada histórica
Al-Bacha y Allen ya estaban preparados para disputar el partido que decidiría al campeón del mundo de FIFA 16. Un partido en el que estaba todo por decidir tras el empate en el partido de ida por 2-2.
Con Allen como local y Al-Bacha como visitante arrancaba el partido más importante del torneo. El arranque de partido no tuvo demasiadas ocasiones. Como en el partido de ida, el primer gol llegó pasada la media hora de juego. Una buena combinación entre Matuidi y Ben Arfa dejaba al mediapunta mano a mano ante el guardameta brasileño que no pudo evitar el primer tanto del partido. El danés logró mantener el resultado y parecía imposible la remontada del jugador inglés.
El inicio de la segunda mitad no fue como Al-Bacha esperaba, en los primero minutos Hulk empató el encuentro para poner las tablas en el marcador. El inglés quería más, 5 minutos más tarde Douglas Costa firmaba el 2-1 para abrir distancia. Una distancia que iba a ser aun mayor gracias al tanto del mismo autor del segundo gol brasileño, para encarrilar el mundial y dejar el marcador 3-1. Las opciones para Al-Bacha eran mínimas, para ganar el torneo tenía que marcar dos goles en los últimos 15 minutos.
El danés no se rindió, en el minuto 88 lograba recortar distancias con un gol de Griezmann de falta. Seguía pareciendo casi imposible la remontada, pero en el tiempo de descuento volvió a aparecer el delantero francés para firmar un doblete en apenas dos minutos y permitir que Al-Bacha se alzase con el mundial de FIFA de 2016, firmando la remontada más épica de la historia de esta competición.